Una de las cosas más importantes que usted puede hacer por sus dientes y encías es mantener una buena higiene bucal. Los dientes sanos no sólo proporcionan un buen aspecto a su persona y lo hacen sentirse bien, sino que le permiten hablar y comer apropiadamente. La buena salud bucal es importante para su bienestar general.
Los cuidados preventivos diarios, como el cepillado y uso de hilo dental, evitan problemas posteriores, y son menos dolorosos y menos costosos que los tratamientos por una infección que se ha dejado progresar.
En los intervalos entre las visitas regulares al odontólogo, hay pautas simples que cada uno de nosotros puede seguir para reducir significativamente el desarrollo de caries, las enfermedades de las encías y otros problemas dentales:
- Limpiar los dientes a diario. El cepillado de los dientes se realiza para eliminar los restos que quedan en la boca tras las comidas, pero sobre todo para deshacerse de la placa dental bacteriana. Debe realizarse al menos tres veces al día y puede requerir entre tres y cuatro minutos.
- Es necesario utilizar una correcta técnica de cepillado y siempre utilizar el mismo orden de limpieza. Eliminar las bacterias que se encuentran en el margen gingival, causantes de las enfermedades de las encías.
1. Incline el cepillo a un ángulo de 45° contra el borde de la encía y deslice el cepillo, unidireccionalmente, hacia el borde del diente: Movimientos unidireccionales encía-diente en todas las superficies externas e internas de los dientes.
2. Cepille la superficie de masticación de cada diente con movimientos cortos de atrás hacia delante y de delante hacia atrás.
3. Cepille suavemente la lengua y los carrillos por dentro para eliminar las bacterias y refrescar el aliento.
- Al elegir nuestro cepillo es mejor que el tamaño del cabezal no sea muy grande y que los filamentos sean medios o suaves, para adaptarse mejor a la anatomía dental y no ser abrasivos.
- El cepillo se debe cambiar aproximadamente cada 3 meses, esto dependerá de su desgaste. Un cepillo desgastado no realiza una adecuada eliminación de la placa bacteriana, además puede lastimar las encías.
- Si usamos un cepillo eléctrico debemos recordar que ya tiene movimiento y que, por lo tanto, tenemos que ir cambiando de superficie muy lentamente e, incluso, podemos imitar una técnica de cepillado convencional, si el cabezal lo permite.
- Para limpiar entre los dientes (espacios interproximales), utilizaremos las sedas o cintas dentales o, si los espacios son amplios, cepillos interproximales de diferentes tamaños. Es muy importante limpiar estas zonas al menos una vez al día. Por lo tanto, si no usamos la seda dental o los cepillos interproximales, estamos dejando sin limpiar casi la mitad de la boca.
- Realizar enjuagues bucales (de uso diario o específicos según las necesidades), ayudan a conseguir una higiene bucal completa y proporcionan el máximo frescor.
- Controlar el consumo de alimentos azucarados. Lo ideal es evitar comerlos, pero, si se consumen, es importante lavarse después los dientes.
Acudir regularmente al dentista. Es aconsejable visitar al dentista para que realice una revisión de la boca por lo menos 1-2 veces al año.